viernes, 27 de julio de 2012

""PAN PARA HOY HAMBRE PARA MAÑANA"...Hay que comenzar a idear un recambio total


 del tendido subeterraneo y este "poliducto" debe ser un canal de fácil acceso,que permita 


instalar desde las aguas,electricidad,telefonos,internet,gas y todo lo que el futuro reclame 


para el confort ciudadano.

sábado, 2 de junio de 2012



Fort Worth, el jefe de policía Ralph Mendoza, anuncia los planes de jubilación
En Ciudad de Fort Worth
18 de diciembre 2007


FORT WORTH - El jefe de policía de Fort Worth Ralph Mendoza anunció que se retirará 29 de febrero 2008.




Rafael Mendoza,de orígen latino (como dicen en Texas) conformó la POLICIA COMUNITARIA integrada por vecinos voluntarios que ayudaron a librar una batalla histórica contra la criminalidad en la Ciudad de Fort Worth.




"A lo largo de mi carrera, he tenido el gran placer de ver a la clase después de clase de hombres y mujeres jóvenes se convierten en los protectores de valientes de nuestra ciudad", dice Mendoza. "He tenido la oportunidad de asistir a las sesiones de clase mundial y escuelas de formación, y ver a mis dos hijos ahora usan el mismo uniforme que he llevado durante tantos años.
"Ha habido problemas y dolores de cabeza, pero también grandes logros -. Como las continuas reducciones en la tasa de delincuencia de la ciudad y mejoras en el futuro de la aplicación de la ley que aportan valor a nuestra insignia y valor a los que hemos perdido en el cumplimiento de su deber"
Mendoza es el jefe policial de la ciudad 22. Él asumió el cargo en febrero de 2000 tras la muerte del jefe de Thomas Windham. Antes de su nombramiento, Mendoza fue el segundo jefe ejecutivo y fue jefe interino durante la ausencia de Windham - un período de cinco meses.
"Para ser elegido jefe de Windham seguir sin el trabajo de una búsqueda a nivel nacional era una expresión de la confianza de que nunca he olvidado", dice Mendoza.
Un nativo de Fort Worth, Mendoza ha estado en la policía durante 35 años. Comenzó su carrera en 1972 como cadete de la policía y avanzar a través de las filas, sirviendo como oficial de patrulla en varias partes de la ciudad. Era un analista de la delincuencia como un cabo, reunió a un grupo de trabajo de las pandillas en una tarea como supervisor, y ordenó a la sección de SWAT como teniente.
Tras el nombramiento de segundo jefe en 1990, Mendoza se sirve en cada oficina de la policía comunitaria. En 1998, fue designado subdirector ejecutivo y colaboró ​​en la elaboración del presupuesto del Departamento de Policía, la administración de la Lucha contra el Crimen de Fort Worth y el Distrito de Prevención y la adquisición de una serie de programas de becas.
Mientras se desempeñaba como jefe interino en 1999, recibió la atención nacional por la forma decisiva y delicada en la que él manejó un tiroteo masivo en la Iglesia Bautista Wedgwood.
"Hay una razón por la que llaman 'Finest de Fort Worth. Nuestros hombres y mujeres del Departamento de Policía de Fort Worth son los mejores en el negocio ", dice el alcalde Mike Moncrief. "Desde el año 2000, el jefe de policía Ralph Mendoza ha sido el líder de nuestra fuerza policial a través de lo que creo que es parte del departamento de más éxito y, a veces, años difíciles.
"Fort Worth continúa siendo reconocida como la novena ciudad grande más segura en la nación - esto, a pesar de un período de crecimiento extraordinario. Eso no sucede por accidente ", continúa el alcalde. "Es por diseño. Jefe de Mendoza ha demostrado ser un líder valiente y visionario. Él deja un legado de la célebre barrio y la policía comunitaria con especial atención en la mejora de la seguridad pública el uso de herramientas innovadoras, incluyendo el Distrito de Control del Crimen y Prevención ".
Administrador de la Ciudad Charles Boswell, quien se retirará en enero, ha trabajado con Mendoza por 30 años y lo acredita con una serie de logros, incluyendo la adición de más de 275 combatientes del crimen autorizados - de 1.204 en 2000 a 1.478 en 2007.
El jefe también apoyó la creación del proyecto, esté atento, un programa de correo de prevención de robo, asalto sexual, delitos contra los niños y la violencia familiar. Después de la tragedia del 11 de septiembre de 2001, Mendoza restituyó la sección del Departamento de Policía de Intel para hacer frente a cuestiones de seguridad nacional. Durante su mandato como jefe, que ha promovido la Policía Comunitaria de Fort Worth con la promoción de los esfuerzos, como ministro contra el Crimen (MAC) y la creación del Clero y de la Policía de la Alianza (CAPA), así como de la ciudad libre de delincuencia, multifamiliar programa de vivienda y el Fuerte Vale la pena después de la escuela iniciativa.
Mendoza trajo de vuelta y negro-blanco patrullas y trabajó para añadir armas Taser y AR-15S a las armas del departamento.
Él restauró la Sección de Pandillas del Departamento de y ha trabajado para poner en práctica una computadora de $ 19 millones de sistema de despacho asistido en 2004. Él es también responsable de un Sistema de Gestión aplicado plenamente Records. Dirigió el departamento para apoyar la adopción del Sistema Nacional de Notificación de Incidentes basada en (NIBRS) en 2005.
En 2006, desarrolló y lideró la implementación de un plan de cinco puntos para reducir la violencia, que incluyó a dos sitios Comin nuevo y un enfoque de tolerancia cero con la delincuencia en toda la ciudad.
Durante su mandato como jefe, la ciudad ha sido testigo de una reducción en la Parte I de crímenes, incluyendo la tasa de delitos violentos, a pesar de un crecimiento sin precedentes de Fort Worth.

Jefe Ralph Mendoza

"Jefe de Mendoza será extrañado por la familia de Fort Worth, toda vez que en realidad se retira", dice Boswell. "Se deja unos zapatos grandes que llenar. Para ello, se llevará a cabo una búsqueda a nivel nacional para que sea sustituido. Sé que el jefe va a dejar en su lugar un equipo comando muy experimentado y capaz, y esperamos contar con candidatos internos compiten por este importante cargo ".

miércoles, 4 de abril de 2012

Domingo 01 de abril de 2012 | Publicado en edición impresa
Nunca es triste la verdad

Neosetentismo, esa sutil forma de ser gorila

 
Mientras la verdadera pelea se lleva a cabo soterradamente, hay fuegos artificiales en el cielo mediático para entretener a la tropa. Sale una mañana la Presidenta y lo torea a su íntimo enemigo deseado, Mauricio Macri. Y el jefe de la ciudad le devuelve por la tarde las gentilezas, en un juego de atril a atril, donde cada uno gana lo que busca: Cristina, cohesionar a la militancia y crear un cómodo contendiente que está fuera del "campo nacional y popular", y Mauricio, cosechar la simpatía y el consenso del amplio y heterogéneo mundo antikirchnerista, donde el insulto presidencial se recibe como una medalla.
La verdadera pelea, sin embargo, nada tiene que ver con este culebrón. Es la "guerra peronista". Una contienda reverdecida que se libra palmo a palmo en la provincia de Buenos Aires y en la vasta geografía sindical. Le resulta muy incómodo a un peronista estar enfrentado a un gobierno de su mismo signo. Igualmente difícil le resulta digerir que su gobierno haya decidido entablar un pleito sin tregua con el peronismo bonaerense y el movimiento obrero organizado. Esos dos bastiones míticos forman parte del núcleo duro del peronismo de hoy y de todos los tiempos. " Clarín es ya un enemigo folklórico y Macri es un adversario confortable -explica un veterano de esas lides-. Cuando decían ?vamos por todo' no imaginábamos que también se referían a nosotros, a las intendencias y a la CGT. Dime entonces cuál es tu verdadero enemigo y te diré quién eres."
¿A qué se refiere el veterano? El fenómeno tiene muchos nombres, pero todos son equívocos. Sería injusto llamarlo "kirchnerismo", puesto que dentro de esa nominación entran desarrollistas, peronistas tradicionales, progresistas independientes y adherentes de variado pelaje. Tampoco podría llamárselos "camporistas", puesto que esta expresión alude casi con exclusividad a una agrupación -la principal herramienta del poder presidencial- y es demasiado específica. Aquí estamos hablando de toda una concepción cultural e ideológica que fue fermentando durante años en la sociedad argentina. Siento que es más justo llamarla "setentismo". Así, a secas. Aunque su clara evolución, su viaje desde los tiempos revolucionarios hasta esta posmodernidad plebiscitaria, le impone el prefijo neo. Los neosetentistas forman un colectivo donde viajan el setentismo residual, el izquierdismo frustrado, el progresismo lírico, el nacionalismo popular y otras expresiones de la pequeña burguesía ilustrada. Los setentistas más extremos se enfrentaron a los tiros con la "derecha" peronista, le arrojaron cadáveres a Perón (como Rucci) y pasaron a la clandestinidad durante el gobierno democrático. Los setentistas fueron asesinados por la dictadura, en lo que fue la más grande tragedia de nuestra historia moderna, pero los sobrevivientes resurgieron de esas cenizas con el halo heroico de haber dado la vida por una idea. Esa épica irradió a varias generaciones, que fueron adscribiendo al setentismo desde el llano, o desde partidos y posiciones diferentes. Los Kirchner se hacen cargo de esa cultura heroica e inorgánica y la conducen desde el poder.
El neosetentismo tiene ahora su propio relato histórico: la derecha peronista, el régimen militar, el reformismo radical, el menemismo y los aliancistas no hicieron más que consagrar el liberalismo. Todos se equivocaron. Y es por eso que el neosetentismo propone imaginariamente un regreso a 1973, cuando el país se desvió hacia la derecha y entró en una decadencia circular. Hasta que, por supuesto, el kirchnerismo puso punto final a este período virando hacia la izquierda. Este relato, que ni siquiera inventaron los Kirchner, les permite defenestrar a todo político. Y por paradoja, le da carnadura a lo que antes denominábamos "antipolítica": que se vayan todos. También esta simplificación descriptiva explica por qué al oficialismo le resulta tan fácil vapulear a quien no vota como ellos y despreciar a cualquiera que haya apoyado por acción u omisión esos sucesivos proyectos, y a la vez emprender una cruzada contra el peronismo indócil.
Un notorio setentista dijo hace poco que algunos asuntos pendientes con el "peronismo conservador de los 70" podrían recién saldarse hoy. El neosetentismo, ese sutil modo de ser gorila, exige la obediencia total del peronismo. Muchas veces les sugirió incluso a Néstor y a Cristina que se apartaran del "aparato" para no ser devorado por él. Confieso que me sentiría incluso seducido por esa propuesta si se tratara de luchar contra la oligarquía peronista y el partido único. Pero éste no es un proyecto de renovación sino de sustitución. No cuestiona a los barones del conurbano, sólo aspira a ocupar sus sillones. No pone en tela de juicio la burocracia sindical, sólo pretende reemplazarla por otra. Prueba de esto último es que la operación para barrer a Hugo Moyano consiste en colocar un títere metalúrgico rodeado de "Gordos".
Todos los días me cuentan anécdotas de los golpes de mano que ocurren en municipios, secretarías, universidades, barrios y unidades básicas de la provincia de Buenos Aires. Los neosetentistas guerrean contra la derecha: Daniel Scioli, que puede amenazar verdaderamente la re-reelección presidencial, que representa al peronismo troncal y que a pesar de sus debilidades no es poroso a la patria socialista. Embestidas contra la CGT y el peronismo plebeyo, con teorías del Nacional Buenos Aires, ésa es la batalla que de verdad se libra detrás de los fuegos artificiales y la furia de los atriles..

 LA NACION

sábado, 24 de diciembre de 2011

PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO $15.840.000 EN TODO EL PERIODO ES MUY BUENA PLATA COMO PARA NO SER TAN PURITANOS...

DIGAN LO QUE DIGAN,EXPLIQUEN COMO LO EXPLIQUEN ,EL QUE LO IDEO SOLO QUERIA ACALLARLO Y CON QUINCE MILLONES OCHOCIENTOS CUARENTA MIL A CADA LEGISLADOR "ES POSIBLE" QUE SE TRANQULICEN Y NO HAGAN OLAS

"ESTILO ALBERTO....."

lunes, 19 de diciembre de 2011



SIN TRANSPARENCIA EN EL GOBIERNO NOS SALE TODO MUCHO MAS CARO
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Suares Carmen
POLICIA RETIRADO EXPONE EN CALLE 23 DE MAYO ESQ. PASAJE SANTA ISABEL AUTOS DE DUDOSA PROCEDENCIA
¿Complicidad Policial y Municipal ?


Los vecinos preocupadas por la "Traza" de Facinerosos de los "Trapitos" que los cuidan le pidieron a Transito Municipal de la "antigua" administración que los desalojara,pero hasta ahora no ha pasado nada.Todos los días aparecen autos que se suman incluso algunos d ...Ver más
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Suares Carmen
‎"¡¡¡¡¡¡AHORA SI QUE LA JUSTICIA VA A AGARRAR TROTE....!!!!!
LA NUEVA CIUDAD DIGITAL CON


Para llegar tendrán GPS....


http://controlpopularargentino.blogspot.com/2011/12/es-posible-invadira-la-justicia-para.html
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CONTROL POPULAR ARGENTINO...
controlpopularargentino.blogspot.com
Artículo 17. Del derecho de reclamación y queja. Respecto de cada cobro contenido en la factura el suscriptor tendrá derecho a presentar al operador de Telefonía Móvil Celular, los reclamos que sean del caso, a más tardar el día hábil anterior al vencimiento del plazo para el pago oportuno. Cuando s...
Suares Carmen compartió un enlace.



M
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Sábado 22 de diciembre de 2001 | Publicado en edición impresa

Sangre indígena y una insaciable vocación de alcanzar el gobierno


Adolfo Rodríguez Saá intenta ser presidente desde 1987; fue acusado de corrupción
Es gobernador de San Luis desde 1983, sin interrupción
Tiene altos porcentajes de adhesión, pero fue cuestionado por manipular la Justicia
Fue impulsor del Frente Federal




Adolfo Rodríguez Saá. Foto: LA NACION / Huadi
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Bush llamó a los argentinos a unirse para superar la crisis
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Si por algo sufrió reproche (hasta la burla) el perdido presidente Fernando de la Rúa fue por su indecisión.

Su anunciado sucesor, por ahora sólo electo entre un grupo de dirigentes peronistas, podrá (y ha sido) acusado de muchas cosas, pero no de aquélla.

Adolfo Rodríguez Saá llegará al puesto al que se siente destinado por una voluntad de poder que heredó con el apellido y que aguzó como una lanza desde la tierna edad de 15 años, al punto de no vacilar ahora en aferrar el timón del país en medio de la tormenta, pese a que deberá bajar a puerto, le guste o no, dentro de tres meses.

Probablemente no imagine alternativa posible cuando es el más alto sitio de poder lo que se ofrece.

Juan Saá, su primer antecesor puntano, guerreó contra el brigadier don Juan Manuel de Rosas y las huestes porteñas hasta hacerse con la gobernación de San Luis, en 1860. Desde entonces, su linaje, producto de su unión con la india Feliciana, se ha turnado en la conducción de la provincia.

El abuelo del próximo presidente, un homónimo Adolfo “Pampa” Rodríguez Saá, se distinguió como gobernador entre 1902 y 1908. La familia era conservadora (Demócrata Liberal) y de su nieto Adolfo, nacido el 25 de julio de 1847, no se esperaba otra cosa.

A los 15 años, Adolfo fundó la revista La Voz de San Luis para atacar al peronismo y partió a la Capital a estudiar abogacía. Pero regresó otro: en 1969 se hizo peronista con su hermano Alberto, actual senador nacional, y en 1971, logrado el título de la Universidad de Buenos Aires, apoderado del PJ local. Dos años después era diputado provincial y jefe de bloque; un año más y ya enfrentaba al gobernador Elías Adre.

Al regreso de la democracia, en 1983, se alzó con la gobernación y ya no la dejó, como si viniera con el apellido. Parece haber convencido a sus comprovincianos de que es así. Ganó en 1983 con el 40,49% de los votos; fue reelegido en 1987 con el 52,12% y el 50,51% en 1991; revalidó el título con un impresionante 71,75% en 1995 y un todavía contundente 54,9% en 1999.
El secreto de su éxito

Este año, sus candidatos a senadores y diputados nacionales obtuvieron un 67,3% contra la Alianza en retroceso. ¿El secreto de su éxito? El mismo lo atribuyó hace años a las famosas Actas de Reparación Histórica con que el entonces presidente Juan Perón benefició a San Luis, San Juan, Catamarca y La Rioja.

Era el inicio de un régimen de promoción industrial que permitía a las empresas nacionales y extranjeras instalar fábricas en la zona con una mínima inversión y descontar el resto de los impuestos. Desde entonces, sus planes de obras públicas, su impulso del empleo, su asistencia social a desocupados y jóvenes y hasta su oferta de financiar actividades culturales deslumbran al más opositor.

Si uno lo escucha, parece extranjero en tierra política: no cesa de abogar por la modernización del país, se queja de las viejas generaciones y sostiene que sólo los menores de 40 años pueden administrar los gobiernos con buenos resultados (se excluye de la regla, por supuesto).

El lado oscuro de la Luna: sus opositores le achacan todo defecto imaginable. Su ex secretario general de la Gobernación, Arturo Petrino, recordó que en 1983 el todavía no gobernador tendría dos autos y una propiedad hipotecada y ahora decenas de bienes. Se le adjudicaron mansiones millonarias. Respuesta: “Como no pueden ganarme ni criticar el extraordinario crecimiento de San Luis inventan todo esto”.

Con los años se ha vuelto aún más impermeable. En 1992, cuando introdujo en las escuelas el libro “San Luis. Sus hombres, su historia, su cultura”, que contenía 17 imágenes de sí mismo y frases como “El gobernador aceptó gustoso el desafío de hacer grande a la provincia y feliz a su pueblo” y estalló el escándalo, lo retiró y aceptó que había sido un error.

Pero en la noche del 21 de octubre de 1993, cuando su ex amante Esther “La Turca” Sesín complotó con otros para secuestrarlo y obligarlo a posar para un videotape en contorsiones sexuales, no se amilanó. Lo contó a su esposa, la profesora de inglés María (Marita) Alicia Mazzarino, a los notables de su provincia, al entonces presidente Carlos Menem y al mundo entero, que incluía a sus cinco hijos, sin temor ni pudores, decidido a ganarle a la banda que creyó que podía chantajear al descendiente de Juan Saá y de Feliciana. Serían condenados en 1995: la ingrata Sesín purga desde entonces 12 años de prisión.

Tal vez se endureció. No aceptó disidencias ni en el Poder Judicial, a cuyo frente puso a su apoderado, Carlos Sergnese, como titular de la Corte Suprema. Cuando dos juezas protestaron, en 1998, las hizo destituir.
Objetivo

Ha querido ser presidente desde siempre. Fue precandidato sin éxito en 1987, 1993 y 1999. Ante la falta de líderes (o su multiplicidad) del peronismo posmenemista, tuvo la clarividencia de impulsar el Frente Federal de las provincias chicas, del que es coordinador. El Frente, defensivo y ofensivo ante el trío gubernativo de las “grandes” (Carlos Ruckauf, Carlos Reutemann y José Manuel de la Sota), ha impuesto al presidente provisional y al presidente de transición.

Tal vez a ellos les dijo “gracias por todo” cuando concluyó su conferencia de prensa de ayer; tal vez a los miles de pobres que salieron a saquear tiendas a riesgo de sus vidas; tal vez a la clase media porteña y sus cacerolas; tal vez a los jóvenes que enfrentaron a la policía en la Plaza de Mayo.

¿Se sentirán igualmente agradecidos? .
Por Gabriel Pasquini
De la Redacción de LA NACION

domingo, 11 de diciembre de 2011

Domingo 11 de diciembre de 2011 | Publicado en edición impresa
Nunca es triste la verdad

Cruje el amor utilitario entre progres y peronistas

Por Jorge Fernández Díaz | LA NACION
 
 
"El matrimonio es una barca que lleva a dos personas por un mar tormentoso; si uno de los dos hace algún movimiento brusco, la barca se hunde", decía León Tolstoi. El feliz matrimonio entre progresismo y peronismo, llamado vulgarmente Frente para la Victoria, promete muchos años de convivencia y conflictos, una probable serie de éxitos electorales y un seguro mar de tempestades más o menos asordinadas. En estos días, donde más cruje ese amor utilitario es en el tema de la inseguridad.
La "discusión" entre Nilda Garré y Daniel Scioli muestra que la barca se mueve, e ilustra dos concepciones antagónicas acerca de un asunto sensible que hasta ahora el kirchnerismo no logró atacar con solvencia. Scioli no permite que el bote se hunda; se queda como siempre en la popa, flotando y tragando saliva. Pero la verdad es que Garré le imputa negociar con la Bonaerense, darle autonomía y contribuir así "a la prostitución y a la corrupción de algunos sectores de la fuerza". Su diagnóstico es grave: la política no controla la corrupción policial y la mafia uniformada es el corazón del problema de la inseguridad en la provincia de Buenos Aires.
El peronismo fue siempre un partido de orden. Su gen corporativo lo lleva instintivamente a negociar con las otras corporaciones. Es dable pensar que, sin caer en la mano dura -extremo que afortunadamente hoy no está en juego-, algunos peronistas prefieran otorgarle libertad de acción a la policía para que pueda combatir a la delincuencia, aun a riesgo de que los corruptos con uniforme aprovechen para hacerse su agosto. El peronismo, al revés que la izquierda fashion, conoce muy bien el sufrimiento de los más humildes, que son quienes más desprotegidos se encuentran frente al delito. Esas clases constituyen, no casualmente, su electorado más fiel. Para el peronismo el problema de la seguridad no es un asunto de "derecha". Tampoco puede darse el lujo de sentarse a esperar que las políticas activas eliminen la pobreza y los caldos de cultivo de la marginalidad. Sus votantes están nerviosos, no pueden esperar el largo plazo. "Porque en el largo plazo podemos estar muertos", dicen.
En la vereda de enfrente, sus socios progresistas sostienen que lo único serio es atacar las causas del delito mediante la educación y la economía, y en paralelo combatir a los malos policías, puesto que son la verdadera mafia organizada: liberan zonas, lideran bandas y realizan delitos sofisticados y aberrantes. Por eso la principal política progresista consiste en la purga permanente. Los progresistas heredaron del garantismo filosófico una sospecha ancestral contra la policía (represora a sueldo de las clases dominantes) y una cierta indulgencia por los "delincuentes menores" (los hundidos del sistema capitalista). Tienen la idea de que sólo van presos los ladrones de gallinas, y que los grandes corruptos están libres. "Esto último es verdad -razonan los peronistas-. Pero los grandes corruptos no te disparan tres tiros en la esquina para robarte la billetera."
Ni el realismo salvaje del peronismo tradicional ni el purismo progresista han tenido demasiado éxito. Y parece un tanto insólito que todavía se diga que la inseguridad es una sensación térmica creada por los medios. También que el Estado sea tan presente y proactivo en otros rubros y tan ausente e involuntariamente reaccionario en éste. Al Gobierno le da pudor reconquistar el espacio público para los ciudadanos comunes. Recordemos: los ricos tienen autos blindados y custodias contratadas. La pobre infantería, en cambio, no tiene nada, y está librada a la ley de la selva. La ley de los poderosos de la calle: los que llevan armas y saben usarlas.
Un segundo gobierno de Cristina Kirchner se encontrará con este asunto pendiente que aparece en todas las encuestas de opinión. Y que no puede ser tratado con frivolidad, ni con más corporativismo ni desde el prejuicio de que quienes reclaman gestión son pequeñoburgueses asustados convertidos en fascistas. Se puede ser progresista y tener una política de seguridad consistente. El Gobierno ya demostró que podía mover montañas; no veo por qué no puede mover ésta.
Confieso que la disputa entre Garré y Scioli llegó en una semana en que pasó de todo en mi barrio. A muchísimos vecinos les reventaron el departamento y los robaron. A otros les fue peor: a un tío mío lo siguieron en moto y le pegaron cinco culatazos en la mejilla. Está vivo de milagro. Tengo, como cualquiera, amigos y parientes en otros barrios y localidades: no hay uno solo que no posea una anécdota atroz; el inventario es un lugar común en las sobremesas. El umbral de tolerancia a la violencia se ha ido corriendo. Se ha naturalizado bajar a la vereda y correr un serio riesgo. La otra tarde dos tipos se me vinieron encima. Iban en cueros y yo les hice frente, dispuesto mecánicamente a pelear e incluso a dejarme matar para no ser asaltado. Nos miramos a los ojos antes de irnos a las manos; algo habrán visto en los míos que los disuadió y siguieron su camino. Yo he leído a Foucault y a Zaffaroni, me considero un caballero inofensivo y racional, pero tenía en ese instante la moral de un cavernícola. Tolstoi no hubiera desdeñado el argumento para uno de sus tristes cuentos sociales..