viernes, 27 de julio de 2012

""PAN PARA HOY HAMBRE PARA MAÑANA"...Hay que comenzar a idear un recambio total


 del tendido subeterraneo y este "poliducto" debe ser un canal de fácil acceso,que permita 


instalar desde las aguas,electricidad,telefonos,internet,gas y todo lo que el futuro reclame 


para el confort ciudadano.

sábado, 2 de junio de 2012



Fort Worth, el jefe de policía Ralph Mendoza, anuncia los planes de jubilación
En Ciudad de Fort Worth
18 de diciembre 2007


FORT WORTH - El jefe de policía de Fort Worth Ralph Mendoza anunció que se retirará 29 de febrero 2008.




Rafael Mendoza,de orígen latino (como dicen en Texas) conformó la POLICIA COMUNITARIA integrada por vecinos voluntarios que ayudaron a librar una batalla histórica contra la criminalidad en la Ciudad de Fort Worth.




"A lo largo de mi carrera, he tenido el gran placer de ver a la clase después de clase de hombres y mujeres jóvenes se convierten en los protectores de valientes de nuestra ciudad", dice Mendoza. "He tenido la oportunidad de asistir a las sesiones de clase mundial y escuelas de formación, y ver a mis dos hijos ahora usan el mismo uniforme que he llevado durante tantos años.
"Ha habido problemas y dolores de cabeza, pero también grandes logros -. Como las continuas reducciones en la tasa de delincuencia de la ciudad y mejoras en el futuro de la aplicación de la ley que aportan valor a nuestra insignia y valor a los que hemos perdido en el cumplimiento de su deber"
Mendoza es el jefe policial de la ciudad 22. Él asumió el cargo en febrero de 2000 tras la muerte del jefe de Thomas Windham. Antes de su nombramiento, Mendoza fue el segundo jefe ejecutivo y fue jefe interino durante la ausencia de Windham - un período de cinco meses.
"Para ser elegido jefe de Windham seguir sin el trabajo de una búsqueda a nivel nacional era una expresión de la confianza de que nunca he olvidado", dice Mendoza.
Un nativo de Fort Worth, Mendoza ha estado en la policía durante 35 años. Comenzó su carrera en 1972 como cadete de la policía y avanzar a través de las filas, sirviendo como oficial de patrulla en varias partes de la ciudad. Era un analista de la delincuencia como un cabo, reunió a un grupo de trabajo de las pandillas en una tarea como supervisor, y ordenó a la sección de SWAT como teniente.
Tras el nombramiento de segundo jefe en 1990, Mendoza se sirve en cada oficina de la policía comunitaria. En 1998, fue designado subdirector ejecutivo y colaboró ​​en la elaboración del presupuesto del Departamento de Policía, la administración de la Lucha contra el Crimen de Fort Worth y el Distrito de Prevención y la adquisición de una serie de programas de becas.
Mientras se desempeñaba como jefe interino en 1999, recibió la atención nacional por la forma decisiva y delicada en la que él manejó un tiroteo masivo en la Iglesia Bautista Wedgwood.
"Hay una razón por la que llaman 'Finest de Fort Worth. Nuestros hombres y mujeres del Departamento de Policía de Fort Worth son los mejores en el negocio ", dice el alcalde Mike Moncrief. "Desde el año 2000, el jefe de policía Ralph Mendoza ha sido el líder de nuestra fuerza policial a través de lo que creo que es parte del departamento de más éxito y, a veces, años difíciles.
"Fort Worth continúa siendo reconocida como la novena ciudad grande más segura en la nación - esto, a pesar de un período de crecimiento extraordinario. Eso no sucede por accidente ", continúa el alcalde. "Es por diseño. Jefe de Mendoza ha demostrado ser un líder valiente y visionario. Él deja un legado de la célebre barrio y la policía comunitaria con especial atención en la mejora de la seguridad pública el uso de herramientas innovadoras, incluyendo el Distrito de Control del Crimen y Prevención ".
Administrador de la Ciudad Charles Boswell, quien se retirará en enero, ha trabajado con Mendoza por 30 años y lo acredita con una serie de logros, incluyendo la adición de más de 275 combatientes del crimen autorizados - de 1.204 en 2000 a 1.478 en 2007.
El jefe también apoyó la creación del proyecto, esté atento, un programa de correo de prevención de robo, asalto sexual, delitos contra los niños y la violencia familiar. Después de la tragedia del 11 de septiembre de 2001, Mendoza restituyó la sección del Departamento de Policía de Intel para hacer frente a cuestiones de seguridad nacional. Durante su mandato como jefe, que ha promovido la Policía Comunitaria de Fort Worth con la promoción de los esfuerzos, como ministro contra el Crimen (MAC) y la creación del Clero y de la Policía de la Alianza (CAPA), así como de la ciudad libre de delincuencia, multifamiliar programa de vivienda y el Fuerte Vale la pena después de la escuela iniciativa.
Mendoza trajo de vuelta y negro-blanco patrullas y trabajó para añadir armas Taser y AR-15S a las armas del departamento.
Él restauró la Sección de Pandillas del Departamento de y ha trabajado para poner en práctica una computadora de $ 19 millones de sistema de despacho asistido en 2004. Él es también responsable de un Sistema de Gestión aplicado plenamente Records. Dirigió el departamento para apoyar la adopción del Sistema Nacional de Notificación de Incidentes basada en (NIBRS) en 2005.
En 2006, desarrolló y lideró la implementación de un plan de cinco puntos para reducir la violencia, que incluyó a dos sitios Comin nuevo y un enfoque de tolerancia cero con la delincuencia en toda la ciudad.
Durante su mandato como jefe, la ciudad ha sido testigo de una reducción en la Parte I de crímenes, incluyendo la tasa de delitos violentos, a pesar de un crecimiento sin precedentes de Fort Worth.

Jefe Ralph Mendoza

"Jefe de Mendoza será extrañado por la familia de Fort Worth, toda vez que en realidad se retira", dice Boswell. "Se deja unos zapatos grandes que llenar. Para ello, se llevará a cabo una búsqueda a nivel nacional para que sea sustituido. Sé que el jefe va a dejar en su lugar un equipo comando muy experimentado y capaz, y esperamos contar con candidatos internos compiten por este importante cargo ".

miércoles, 4 de abril de 2012

Domingo 01 de abril de 2012 | Publicado en edición impresa
Nunca es triste la verdad

Neosetentismo, esa sutil forma de ser gorila

 
Mientras la verdadera pelea se lleva a cabo soterradamente, hay fuegos artificiales en el cielo mediático para entretener a la tropa. Sale una mañana la Presidenta y lo torea a su íntimo enemigo deseado, Mauricio Macri. Y el jefe de la ciudad le devuelve por la tarde las gentilezas, en un juego de atril a atril, donde cada uno gana lo que busca: Cristina, cohesionar a la militancia y crear un cómodo contendiente que está fuera del "campo nacional y popular", y Mauricio, cosechar la simpatía y el consenso del amplio y heterogéneo mundo antikirchnerista, donde el insulto presidencial se recibe como una medalla.
La verdadera pelea, sin embargo, nada tiene que ver con este culebrón. Es la "guerra peronista". Una contienda reverdecida que se libra palmo a palmo en la provincia de Buenos Aires y en la vasta geografía sindical. Le resulta muy incómodo a un peronista estar enfrentado a un gobierno de su mismo signo. Igualmente difícil le resulta digerir que su gobierno haya decidido entablar un pleito sin tregua con el peronismo bonaerense y el movimiento obrero organizado. Esos dos bastiones míticos forman parte del núcleo duro del peronismo de hoy y de todos los tiempos. " Clarín es ya un enemigo folklórico y Macri es un adversario confortable -explica un veterano de esas lides-. Cuando decían ?vamos por todo' no imaginábamos que también se referían a nosotros, a las intendencias y a la CGT. Dime entonces cuál es tu verdadero enemigo y te diré quién eres."
¿A qué se refiere el veterano? El fenómeno tiene muchos nombres, pero todos son equívocos. Sería injusto llamarlo "kirchnerismo", puesto que dentro de esa nominación entran desarrollistas, peronistas tradicionales, progresistas independientes y adherentes de variado pelaje. Tampoco podría llamárselos "camporistas", puesto que esta expresión alude casi con exclusividad a una agrupación -la principal herramienta del poder presidencial- y es demasiado específica. Aquí estamos hablando de toda una concepción cultural e ideológica que fue fermentando durante años en la sociedad argentina. Siento que es más justo llamarla "setentismo". Así, a secas. Aunque su clara evolución, su viaje desde los tiempos revolucionarios hasta esta posmodernidad plebiscitaria, le impone el prefijo neo. Los neosetentistas forman un colectivo donde viajan el setentismo residual, el izquierdismo frustrado, el progresismo lírico, el nacionalismo popular y otras expresiones de la pequeña burguesía ilustrada. Los setentistas más extremos se enfrentaron a los tiros con la "derecha" peronista, le arrojaron cadáveres a Perón (como Rucci) y pasaron a la clandestinidad durante el gobierno democrático. Los setentistas fueron asesinados por la dictadura, en lo que fue la más grande tragedia de nuestra historia moderna, pero los sobrevivientes resurgieron de esas cenizas con el halo heroico de haber dado la vida por una idea. Esa épica irradió a varias generaciones, que fueron adscribiendo al setentismo desde el llano, o desde partidos y posiciones diferentes. Los Kirchner se hacen cargo de esa cultura heroica e inorgánica y la conducen desde el poder.
El neosetentismo tiene ahora su propio relato histórico: la derecha peronista, el régimen militar, el reformismo radical, el menemismo y los aliancistas no hicieron más que consagrar el liberalismo. Todos se equivocaron. Y es por eso que el neosetentismo propone imaginariamente un regreso a 1973, cuando el país se desvió hacia la derecha y entró en una decadencia circular. Hasta que, por supuesto, el kirchnerismo puso punto final a este período virando hacia la izquierda. Este relato, que ni siquiera inventaron los Kirchner, les permite defenestrar a todo político. Y por paradoja, le da carnadura a lo que antes denominábamos "antipolítica": que se vayan todos. También esta simplificación descriptiva explica por qué al oficialismo le resulta tan fácil vapulear a quien no vota como ellos y despreciar a cualquiera que haya apoyado por acción u omisión esos sucesivos proyectos, y a la vez emprender una cruzada contra el peronismo indócil.
Un notorio setentista dijo hace poco que algunos asuntos pendientes con el "peronismo conservador de los 70" podrían recién saldarse hoy. El neosetentismo, ese sutil modo de ser gorila, exige la obediencia total del peronismo. Muchas veces les sugirió incluso a Néstor y a Cristina que se apartaran del "aparato" para no ser devorado por él. Confieso que me sentiría incluso seducido por esa propuesta si se tratara de luchar contra la oligarquía peronista y el partido único. Pero éste no es un proyecto de renovación sino de sustitución. No cuestiona a los barones del conurbano, sólo aspira a ocupar sus sillones. No pone en tela de juicio la burocracia sindical, sólo pretende reemplazarla por otra. Prueba de esto último es que la operación para barrer a Hugo Moyano consiste en colocar un títere metalúrgico rodeado de "Gordos".
Todos los días me cuentan anécdotas de los golpes de mano que ocurren en municipios, secretarías, universidades, barrios y unidades básicas de la provincia de Buenos Aires. Los neosetentistas guerrean contra la derecha: Daniel Scioli, que puede amenazar verdaderamente la re-reelección presidencial, que representa al peronismo troncal y que a pesar de sus debilidades no es poroso a la patria socialista. Embestidas contra la CGT y el peronismo plebeyo, con teorías del Nacional Buenos Aires, ésa es la batalla que de verdad se libra detrás de los fuegos artificiales y la furia de los atriles..

 LA NACION