sábado, 24 de diciembre de 2011

PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO $15.840.000 EN TODO EL PERIODO ES MUY BUENA PLATA COMO PARA NO SER TAN PURITANOS...

DIGAN LO QUE DIGAN,EXPLIQUEN COMO LO EXPLIQUEN ,EL QUE LO IDEO SOLO QUERIA ACALLARLO Y CON QUINCE MILLONES OCHOCIENTOS CUARENTA MIL A CADA LEGISLADOR "ES POSIBLE" QUE SE TRANQULICEN Y NO HAGAN OLAS

"ESTILO ALBERTO....."

lunes, 19 de diciembre de 2011



SIN TRANSPARENCIA EN EL GOBIERNO NOS SALE TODO MUCHO MAS CARO
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Suares Carmen
POLICIA RETIRADO EXPONE EN CALLE 23 DE MAYO ESQ. PASAJE SANTA ISABEL AUTOS DE DUDOSA PROCEDENCIA
¿Complicidad Policial y Municipal ?


Los vecinos preocupadas por la "Traza" de Facinerosos de los "Trapitos" que los cuidan le pidieron a Transito Municipal de la "antigua" administración que los desalojara,pero hasta ahora no ha pasado nada.Todos los días aparecen autos que se suman incluso algunos d ...Ver más
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Suares Carmen
‎"¡¡¡¡¡¡AHORA SI QUE LA JUSTICIA VA A AGARRAR TROTE....!!!!!
LA NUEVA CIUDAD DIGITAL CON


Para llegar tendrán GPS....


http://controlpopularargentino.blogspot.com/2011/12/es-posible-invadira-la-justicia-para.html
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CONTROL POPULAR ARGENTINO...
controlpopularargentino.blogspot.com
Artículo 17. Del derecho de reclamación y queja. Respecto de cada cobro contenido en la factura el suscriptor tendrá derecho a presentar al operador de Telefonía Móvil Celular, los reclamos que sean del caso, a más tardar el día hábil anterior al vencimiento del plazo para el pago oportuno. Cuando s...
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M
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Sábado 22 de diciembre de 2001 | Publicado en edición impresa

Sangre indígena y una insaciable vocación de alcanzar el gobierno


Adolfo Rodríguez Saá intenta ser presidente desde 1987; fue acusado de corrupción
Es gobernador de San Luis desde 1983, sin interrupción
Tiene altos porcentajes de adhesión, pero fue cuestionado por manipular la Justicia
Fue impulsor del Frente Federal




Adolfo Rodríguez Saá. Foto: LA NACION / Huadi
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Si por algo sufrió reproche (hasta la burla) el perdido presidente Fernando de la Rúa fue por su indecisión.

Su anunciado sucesor, por ahora sólo electo entre un grupo de dirigentes peronistas, podrá (y ha sido) acusado de muchas cosas, pero no de aquélla.

Adolfo Rodríguez Saá llegará al puesto al que se siente destinado por una voluntad de poder que heredó con el apellido y que aguzó como una lanza desde la tierna edad de 15 años, al punto de no vacilar ahora en aferrar el timón del país en medio de la tormenta, pese a que deberá bajar a puerto, le guste o no, dentro de tres meses.

Probablemente no imagine alternativa posible cuando es el más alto sitio de poder lo que se ofrece.

Juan Saá, su primer antecesor puntano, guerreó contra el brigadier don Juan Manuel de Rosas y las huestes porteñas hasta hacerse con la gobernación de San Luis, en 1860. Desde entonces, su linaje, producto de su unión con la india Feliciana, se ha turnado en la conducción de la provincia.

El abuelo del próximo presidente, un homónimo Adolfo “Pampa” Rodríguez Saá, se distinguió como gobernador entre 1902 y 1908. La familia era conservadora (Demócrata Liberal) y de su nieto Adolfo, nacido el 25 de julio de 1847, no se esperaba otra cosa.

A los 15 años, Adolfo fundó la revista La Voz de San Luis para atacar al peronismo y partió a la Capital a estudiar abogacía. Pero regresó otro: en 1969 se hizo peronista con su hermano Alberto, actual senador nacional, y en 1971, logrado el título de la Universidad de Buenos Aires, apoderado del PJ local. Dos años después era diputado provincial y jefe de bloque; un año más y ya enfrentaba al gobernador Elías Adre.

Al regreso de la democracia, en 1983, se alzó con la gobernación y ya no la dejó, como si viniera con el apellido. Parece haber convencido a sus comprovincianos de que es así. Ganó en 1983 con el 40,49% de los votos; fue reelegido en 1987 con el 52,12% y el 50,51% en 1991; revalidó el título con un impresionante 71,75% en 1995 y un todavía contundente 54,9% en 1999.
El secreto de su éxito

Este año, sus candidatos a senadores y diputados nacionales obtuvieron un 67,3% contra la Alianza en retroceso. ¿El secreto de su éxito? El mismo lo atribuyó hace años a las famosas Actas de Reparación Histórica con que el entonces presidente Juan Perón benefició a San Luis, San Juan, Catamarca y La Rioja.

Era el inicio de un régimen de promoción industrial que permitía a las empresas nacionales y extranjeras instalar fábricas en la zona con una mínima inversión y descontar el resto de los impuestos. Desde entonces, sus planes de obras públicas, su impulso del empleo, su asistencia social a desocupados y jóvenes y hasta su oferta de financiar actividades culturales deslumbran al más opositor.

Si uno lo escucha, parece extranjero en tierra política: no cesa de abogar por la modernización del país, se queja de las viejas generaciones y sostiene que sólo los menores de 40 años pueden administrar los gobiernos con buenos resultados (se excluye de la regla, por supuesto).

El lado oscuro de la Luna: sus opositores le achacan todo defecto imaginable. Su ex secretario general de la Gobernación, Arturo Petrino, recordó que en 1983 el todavía no gobernador tendría dos autos y una propiedad hipotecada y ahora decenas de bienes. Se le adjudicaron mansiones millonarias. Respuesta: “Como no pueden ganarme ni criticar el extraordinario crecimiento de San Luis inventan todo esto”.

Con los años se ha vuelto aún más impermeable. En 1992, cuando introdujo en las escuelas el libro “San Luis. Sus hombres, su historia, su cultura”, que contenía 17 imágenes de sí mismo y frases como “El gobernador aceptó gustoso el desafío de hacer grande a la provincia y feliz a su pueblo” y estalló el escándalo, lo retiró y aceptó que había sido un error.

Pero en la noche del 21 de octubre de 1993, cuando su ex amante Esther “La Turca” Sesín complotó con otros para secuestrarlo y obligarlo a posar para un videotape en contorsiones sexuales, no se amilanó. Lo contó a su esposa, la profesora de inglés María (Marita) Alicia Mazzarino, a los notables de su provincia, al entonces presidente Carlos Menem y al mundo entero, que incluía a sus cinco hijos, sin temor ni pudores, decidido a ganarle a la banda que creyó que podía chantajear al descendiente de Juan Saá y de Feliciana. Serían condenados en 1995: la ingrata Sesín purga desde entonces 12 años de prisión.

Tal vez se endureció. No aceptó disidencias ni en el Poder Judicial, a cuyo frente puso a su apoderado, Carlos Sergnese, como titular de la Corte Suprema. Cuando dos juezas protestaron, en 1998, las hizo destituir.
Objetivo

Ha querido ser presidente desde siempre. Fue precandidato sin éxito en 1987, 1993 y 1999. Ante la falta de líderes (o su multiplicidad) del peronismo posmenemista, tuvo la clarividencia de impulsar el Frente Federal de las provincias chicas, del que es coordinador. El Frente, defensivo y ofensivo ante el trío gubernativo de las “grandes” (Carlos Ruckauf, Carlos Reutemann y José Manuel de la Sota), ha impuesto al presidente provisional y al presidente de transición.

Tal vez a ellos les dijo “gracias por todo” cuando concluyó su conferencia de prensa de ayer; tal vez a los miles de pobres que salieron a saquear tiendas a riesgo de sus vidas; tal vez a la clase media porteña y sus cacerolas; tal vez a los jóvenes que enfrentaron a la policía en la Plaza de Mayo.

¿Se sentirán igualmente agradecidos? .
Por Gabriel Pasquini
De la Redacción de LA NACION

domingo, 11 de diciembre de 2011

Domingo 11 de diciembre de 2011 | Publicado en edición impresa
Nunca es triste la verdad

Cruje el amor utilitario entre progres y peronistas

Por Jorge Fernández Díaz | LA NACION
 
 
"El matrimonio es una barca que lleva a dos personas por un mar tormentoso; si uno de los dos hace algún movimiento brusco, la barca se hunde", decía León Tolstoi. El feliz matrimonio entre progresismo y peronismo, llamado vulgarmente Frente para la Victoria, promete muchos años de convivencia y conflictos, una probable serie de éxitos electorales y un seguro mar de tempestades más o menos asordinadas. En estos días, donde más cruje ese amor utilitario es en el tema de la inseguridad.
La "discusión" entre Nilda Garré y Daniel Scioli muestra que la barca se mueve, e ilustra dos concepciones antagónicas acerca de un asunto sensible que hasta ahora el kirchnerismo no logró atacar con solvencia. Scioli no permite que el bote se hunda; se queda como siempre en la popa, flotando y tragando saliva. Pero la verdad es que Garré le imputa negociar con la Bonaerense, darle autonomía y contribuir así "a la prostitución y a la corrupción de algunos sectores de la fuerza". Su diagnóstico es grave: la política no controla la corrupción policial y la mafia uniformada es el corazón del problema de la inseguridad en la provincia de Buenos Aires.
El peronismo fue siempre un partido de orden. Su gen corporativo lo lleva instintivamente a negociar con las otras corporaciones. Es dable pensar que, sin caer en la mano dura -extremo que afortunadamente hoy no está en juego-, algunos peronistas prefieran otorgarle libertad de acción a la policía para que pueda combatir a la delincuencia, aun a riesgo de que los corruptos con uniforme aprovechen para hacerse su agosto. El peronismo, al revés que la izquierda fashion, conoce muy bien el sufrimiento de los más humildes, que son quienes más desprotegidos se encuentran frente al delito. Esas clases constituyen, no casualmente, su electorado más fiel. Para el peronismo el problema de la seguridad no es un asunto de "derecha". Tampoco puede darse el lujo de sentarse a esperar que las políticas activas eliminen la pobreza y los caldos de cultivo de la marginalidad. Sus votantes están nerviosos, no pueden esperar el largo plazo. "Porque en el largo plazo podemos estar muertos", dicen.
En la vereda de enfrente, sus socios progresistas sostienen que lo único serio es atacar las causas del delito mediante la educación y la economía, y en paralelo combatir a los malos policías, puesto que son la verdadera mafia organizada: liberan zonas, lideran bandas y realizan delitos sofisticados y aberrantes. Por eso la principal política progresista consiste en la purga permanente. Los progresistas heredaron del garantismo filosófico una sospecha ancestral contra la policía (represora a sueldo de las clases dominantes) y una cierta indulgencia por los "delincuentes menores" (los hundidos del sistema capitalista). Tienen la idea de que sólo van presos los ladrones de gallinas, y que los grandes corruptos están libres. "Esto último es verdad -razonan los peronistas-. Pero los grandes corruptos no te disparan tres tiros en la esquina para robarte la billetera."
Ni el realismo salvaje del peronismo tradicional ni el purismo progresista han tenido demasiado éxito. Y parece un tanto insólito que todavía se diga que la inseguridad es una sensación térmica creada por los medios. También que el Estado sea tan presente y proactivo en otros rubros y tan ausente e involuntariamente reaccionario en éste. Al Gobierno le da pudor reconquistar el espacio público para los ciudadanos comunes. Recordemos: los ricos tienen autos blindados y custodias contratadas. La pobre infantería, en cambio, no tiene nada, y está librada a la ley de la selva. La ley de los poderosos de la calle: los que llevan armas y saben usarlas.
Un segundo gobierno de Cristina Kirchner se encontrará con este asunto pendiente que aparece en todas las encuestas de opinión. Y que no puede ser tratado con frivolidad, ni con más corporativismo ni desde el prejuicio de que quienes reclaman gestión son pequeñoburgueses asustados convertidos en fascistas. Se puede ser progresista y tener una política de seguridad consistente. El Gobierno ya demostró que podía mover montañas; no veo por qué no puede mover ésta.
Confieso que la disputa entre Garré y Scioli llegó en una semana en que pasó de todo en mi barrio. A muchísimos vecinos les reventaron el departamento y los robaron. A otros les fue peor: a un tío mío lo siguieron en moto y le pegaron cinco culatazos en la mejilla. Está vivo de milagro. Tengo, como cualquiera, amigos y parientes en otros barrios y localidades: no hay uno solo que no posea una anécdota atroz; el inventario es un lugar común en las sobremesas. El umbral de tolerancia a la violencia se ha ido corriendo. Se ha naturalizado bajar a la vereda y correr un serio riesgo. La otra tarde dos tipos se me vinieron encima. Iban en cueros y yo les hice frente, dispuesto mecánicamente a pelear e incluso a dejarme matar para no ser asaltado. Nos miramos a los ojos antes de irnos a las manos; algo habrán visto en los míos que los disuadió y siguieron su camino. Yo he leído a Foucault y a Zaffaroni, me considero un caballero inofensivo y racional, pero tenía en ese instante la moral de un cavernícola. Tolstoi no hubiera desdeñado el argumento para uno de sus tristes cuentos sociales..

viernes, 9 de diciembre de 2011

PEDRO GRULLO :"Apoyemos y controlemos el accionar de este nuevo gobierno."

  1. ¿Que opinamos? ¡ Que te puedo decir ! .....que estoy muy feliz.Que siento tranquilidad en mi Alma .Cuando salgamos de la psicosis colectiva que padecemos los puntanos,comprenderemos lo que nos ha ocurrido.Nadie lo esperaba...y nos aterraba que fuera de otra forma ¿?....Ahora depende de nosotros. La comunidad en su conjunto debe asumir su protagonismo y no dejar en manos de "cualquiera" decisiones que tienen trascendencia histórica y de una clara importancia para cada uno de nosotros.Algo tiene que cambiar en los partidos políticos.Hay que ponerles a los que deciden lentes de mayor alcance y logremos aprovechar esta oportunidad.De nosotros ,de todos,de la mayoría que hoy esta feliz con este desenlace,que tome el camino de la institucionalizacion democrática y en un tiempo más nos vuelvan a acorralar como ovejitas.Apoyemos y controlemos el accionar de este nuevo gobierno.

¡¡¡¡ SI SOMOS VIVOS PODREMOS ENTERRAR EL 


"ESTILO ALBERTO " QUE TANTO NOS CUESTA !!!


Si el reclamo cae en el Juez Sabaini Zapata 

(propuesto por la hermana Zulema) 

lo archivará porque se trata de "Una cuestión administrativa"

como lo dispuso en la denuncia del megafraude "Acueducto Río Grande -Los

 Puquios"

                                                             Transparencia Provincial